Ando como hormiguita
Mientras siguen llegando vuestras preguntas para Jesús Mosterín, quería comentaros un par de detalles sobre las diferentes formas de entender la relación entre el hombre y la naturaleza. Muchas veces se ha dicho, por ejemplo, que el hombre occidental entiende la naturaleza como un objeto a dominar y del que disponer lilbremente. Puede que haya sido así (aunque habría que discutirlo), pero creo que podemos afirmar que esto ha cambiado en las últimas décadas. Afortunadamente, la conciencia ecológica se va extendiendo cada vez más, y el hombre tiene cada vez más claro que su destino va unido al destino de otras especies, cuya existencia sostiene nuestras posibilidades de sobrevivir. Y eso es algo que, como os quiero comentar hoy, tienen muy claro en centroeuropa.
La pasada semana santa tuve la oportunidad de pasar unos días en un parque natural alemán (Suiza sajona), que es compartido con la llamada bohemia suiza, que pertenece a la República Checa. Pues bien, en este parque vi, por primera vez en mi vida, una estructura destinada a proteger a las hormigas, una auténtica fortaleza para que ningún animal destrozara los hormigueros. Cuando les pregunté a los amigos que nos enseñaron la zona, me dijeron que el papel de las hormigas dentro del bosque es fundamental, sobre todo a la hora de seleccionar y separar toda la materia orgánica. Las hormigas, desde su punto de vista, eran los "barrenderos" del bosque, y sus "hogares" debían ser protegidos para mantener el equilibrio del mismo. En un parque nacional con muchas especies protegidas (ciervos, renos, jabalíes...), las hormigas desempeñan también una función esencial para el mantenimiento del mismo...
Segundo detalle. En una zona también boscosa, pude ver una señal de tráfico, que venía a decir más o menos: "Atención, ranas". Una vez más, me quedé alucinado, y cuando pregunté me dijeron que las ranas también deben ser protegidas y respetadas por los automovilistas, porque su función dentro del ecosistema también es muy importante. Para evitar que el tráfico se detuviera demasiado, una de las funciones de los guardabosques era recoger a las ranas y cruzarles la carretera para que pudieran ir al río a beber agua. Cuando me acordaba de las historias que alguna vez he oido contar a los chavales del instituto sobre lo que hacían con las ranas de su pueblo, o cuando veo algunos de los parques o bosques cercanos, me doy cuenta de que todavía nos queda mucho por andar. Y no se trata de medidas políticas (esta vez no podemos echarles la culpa a ellos) sino de una cuestión puramente individual. Un dicho español dice que por un clavo se perdió una guerra. Para los alemanes, por una hormiga (o una rana) puede perderse la naturaleza.
Comentarios
Es muy gracioso lo de los guardabosques que ayudan a cruzar a las ranas.
Está muy bien la consideración de los ecosistemas y procurar su supervivencia y conservación. Pero ...
A veces pienso que si a una de nuestras ciudades viniera una persona que hubiese pasado toda su vida en la selva, por ejemplo, moriría pronto envenenado. Pero, tras pensar esto, me temo que me engaño, pues la vida en la naturaleza es muy dura y, en las poblaciones amazónicas, las personas envejecían muy pronto.
Algo parecido debe pasar a los animales. Es decir, todos los seres de este planeta tenemos que adaptarnos a las condiciones de vida reales y crear condiciones especiales para determinadas especies me parece peligroso.
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