¿Es la verdad peligrosa?
Hace ya un tiempo que quería escribir una anotación alrededor de la verdad. Y me han terminado de convencer los dos comentarios que hay a la cita de San Agustín que aparecía el miércoles pasado. Ahí, Manolo habla del peligro de pensar que se está en posesión de la verdad y, por ello, tratar de imponérsela a los demás. La verdad puede convertirse en un instrumento muy peligroso. A veces puede ser un arma de destrucción masiva, y puede generar comportamientos intolerantes, e incluso violentos. Da igual matar (o pegar) por ideas políticas, religiosas, o incluso "deportivas", pero aquel que se cree en posesión de la verdad corre el peligro de terminar siendo un fanático. Sin embargo, ¿quién renunciar a la búsqueda de la verdad? ¿Quién de nosotros habla admitiendo que aquello que dice no sea verdad?
Precisamente por ello, los autores de la escuela de Frankfurt renegaban de la verdad, y, despues de sufrir la materialización de una verdad en un sistema político y social de corte totalitario, defendieron una verdad humilde y negativa, encargada más bien de prevenirnos de las nefastas consecuencias que puede tener la verdad sobre nosotros. La verdad puede, como defendían ellos, degenerar en dogmatismo y entonces pierde todo aquello que hacía de ello una verdad, para convertirse en opresión. Las verdades no necesitan imponerse. A nadie hay que convencerle, por ejemplo, de que el Teorema de Pitágoras es verdad utilizando para ello un fusil o un puño amerricano. El buen lector pensará que el ejemplo tiene trampa y tiene razón. ¿Qué pasa, por ejemplo, con otro tipo de verdades como las referentes a temas morales, sociales, históricos o políticos, donde el hombre interviene de un modo directo?
Pues en esos campos es, precisamente, donde más abonado está el campo para que la verdad muestre su aspecto más terrible, intolerante y fanático. Pero no nos entrega a un escepticismo radical o al más absoluto de los relativismos. Creo que hay una diferencia que hemos de tener en cuenta y que puede ayudarnos a evitar los "peligros" de la verdad. Como decía antes, cuando hablamos pensamos (y queremos pensarlo, además) que estamos diciendo la verdad. Pero además de pensar esto, también hemos de ser capaces de tener en cuenta que nos podemos estar equivocando, y esto es precisamente lo que nos abre a los demás, a tener en cuenta sus opiniones, sus argumentos. Para bordear los peligros de la verdad que denunciaron los frankfurtianos, podemos apelar precisamente a la razón comunicativa de Habermas. Si nos olvidamos del respeto y del diálogo estamos más cerca de caer en los peligros de la verdad.
Comentarios
Pienso, que el poseer la verdad, no debería de servirnos para intentar imponersela a los demas, sino porque, por lo menos para mi, es muy satisfactorio saber que estoy conociendo y aprendiendo cada día cosas nuevas, y que esas cosas son ciertas.De todas formas, la verdad es muy relativa. Si juntamos en una habitación a 100 personas, podemos tener 100 "verdades" distinas de un mismo tema. Es cuestión de respeto y tolerancia, que es lo que falta en este mundo. Un saludo a todos
Respondo desde un punto de vista cristiano (creo, pues hace mucho que no leo...) ¿Qué es la verdad? Le pregunta Pilatos a Cristo. Para mí la verdad es Cristo en quien se manifiesta el amor de Dios. Esta verdad-realidad, que aun con mis muchas debilidades y fragilidades, mueve mi vida no me tiene que llevar al dogmatismo. Es más yo la siento liberadora pues me pide que ame y respete. Que no juzgue y perdone. Otra cosa es que no siempre lo consiga...
Otro apunte que quería hacer es que a todos nos cuesta respetar al otro. A quien piensa de modo diferente. Pero esto no es exclusivo de personas religiosas afecta también al no-religioso o laicista. Afecta tanto a las izquierdas como a las derechas. Pues todos estamos convencidos de algo. Y en aquellas cosas que son importantes para nosotros nos cuesta que otro piense y actúe de forma contraria. A mí, que también me cuesta, me ayuda el ejemplo (y como católico diré que la gracia) de Cristo. El otro no es un extraño es mi hermano. Por muy diferente que sea es mi hermano y también por él-ella murió Cristo. Igual que por mí.
Hola, amigos: ¡Verdad, fanatismo, violencia! Científicamente, ¿de cuántas verdades podemos decir que estamos en posesión? En realidad, de muy pocas. Y, casi siempre, parcialidades. El científico, el pensador, no hace más que bucear, buscar respuestas a las preguntas que vamos haciéndonos en nuestro encuentro con la realidad del mundo, en nuestro vivenciar viviendo. Los sentidos nos dan los datos que se configuran en la conciencia de nuestro ser central que se identifica con mi "YO" que se siente enfrentado,no como creador de la ordenación de las cosas sino como pasivo receptor al que se les imponen en su realidad. "Yo" analiza ese cosmos de relaciones (que no las creo yo, sino que están ahí). La imparcialidad del científico, del pensador, junto con los instrumentos adecuados de análisis, me harán ir , pasito a paso, adentrándome en la estructura de las cosas y de sus interrelaciones. La pasión y el yo endiosado, a través de la lupa del orgullo y el narcisismo, crearán esa tempestad cuyo oleaje será el principio que rompe la serenidad, la calma, la paz, ese adecuado caldo de cultivo que puede ponernos en contacto con la realidad y cogerle una diminuta brizna de su mismidad.El trato amable, adecuado con las cosas, con las personas, nos crea ese clima de encuentro y de comunicación.En esa atmósfera serena y desinteresada, se engendra el conocimiento como un acto de donación, de comunión que supone, al mismo tiempo, humildad y admiración.... Continúa...
En cuanto a la verdad moral, creo (por decir algo que no suene a dictatorial), que todos llevamos dentro una evidencia que nos da el sentido común (aunque podamos argüir que es el menos común de los sentidos). Todos los que se encuentren en la normalidad de sus funciones psíquicas saben distinguir cuándo obramos bien y cuando no. Comprendemos que, cuando obro contra la naturaleza, estoy haciendo una acción incorrecta, inadecuada que, como racionales que somos, expresaremos en una sentencia que podría ser el imperativo kantiano. Formularemos una serie de postulados, no como hipótesis, sino como fundamentos o cimientos sobre los que edificar nuestra conducta.
Las culturas serán bien ampliaciones correctas o deformaciones de los mismos. Pienso (por decir algo) que los primeros principios de la ley moral deben estar en el fundamento cultural de todos los pueblos porque son principios de la racionalidad humana. La exigencia de respeto a estos principios es ineludible. Una moralidad por consenso, en lo que respecta a ello, queda fuera de toda justificación. Existen campos de la convivencia en que puede justificarse.
Partiendo de este punto cero o de fundamentación, debemos respetar las creencias siempre que muestren su conformidad con el fundamento. La Religiosidad se adentra en el mundo de la individualidad pero se manifiesta también en la colectiva. Pero no podemos ir tirándonos a la cabeza, como obuses, las creencias. Y considero creencias no sólo la fe religiosa, sino también la increencia, como el agnosticismo o el ateísmo.
Y ya vale.
Manolo
La Verdad Es Relativa y Privilegio de Unos Cuantos !
La verdad no habría de imponerse si tal verdad fuera. A no ser que prefiriésemos la mentira. Lo cual equivaldría a tener otro tipo de verdad (la mentira). Quizás la verdad no sea más que una sensación humana que nos place ver bajo su contraste dicotómico, y siempre en tensión. Tensión que debemos mantener, como dice Miguel, -y Habermas. Y otros tantos- siempre bajo el diálogo y el respeto. ....claro. Si es que consideramos al diálogo y al respeto como verdad. Como lo bueno. Porque... ¿no equiparamos siempre la verdad con lo mejor, siempre y cuando esta no es la matemática, claro, y así, por ejemplo, no nos duela que mis diez euros más mis otros diez euros, son sólo 20 euros y no más?
Otras anotaciones relacionadas
- Ando como hormiguita
- Cuando mueren las palabras.
- El animal simbolico ¿o fetichista?
- El árbol de la ciencia
- El atizador
- El terrorismo y el diálogo
- Errores fecundos
- Estar en la inopia
- La edad de las piedras
- La libertad era eso...
Trackbacks
Trackback URL para esta entrada:
http://www.boulesis.com/boule/pingserver.php?p=tb&id=128