Saber y poder
Uno de los comentarios de Victor R. Ruiz alrededor de nuestro tema de DialBit, me lleva a escribir una segunda anotación al respecto. En la anterior expresaba cierta desconfianza respecto al futuro de las bitácoras: si los grandes grupos económicos, políticos y las empresas de la comunicación descubren el potencial que estos diarios tienen, puede disminuir el grado de libertad de los mismos. Cuando Víctor comentaba que no terminaba de comprender estos recelos, me vino a la cabeza una idea que en filosofía ha expresado Foucault: el poder (entendido en un sentido amplio, no únicamente político) termina produciendo un saber determinado, con el fin de ponerlo a su servicio. Echémosle ahora un poco de imaginación al asunto: ¿Cómo se podría reflejar eso en las bitácoras?
Muchos han recibido con alegría, la inauguración del servicio gratuito de Ya.com y sus creadores aseguran que no ejercen ningún control sobre los contenidos (salvo las "reglas de etiqueta de internet"). ¿Qué sucederá, por poner un ejemplo, si ya.com es comprada por una empresa X, afín a las ideas políticas Y, y comienza a aplicar una censura (caídas del sistema, pérdida de bases de datos... las excusas "técnicas" pueden ser miles) o incluso empieza a cobrar por sus servicios? O ¿qué ocurriría si un servicio gratuito (blogia, ya, blogger, o el que sea) es "patrocinado" por grandes empresas que descubran el potencial publicitario de una bitácora? ¿Podría alguien hablar de la explotación sistemática de niños en el tercer mundo en un weblog sostenido por Adidas o Nike? Si las bitácoras se convierten en medios de comunicación de masas, perderán en pluralidad y libertad, y comenzarán a parecerse sospechosamente unas a otras. Si esto va a pasar o no, es algo que no se puede afirmar con seguridad.
Víctor tiene razón en una cosa: por el hecho de que todo esto ocurra, nadie quedará privado de seguir escribiendo (aunque habría que discutir, por ejemplo, sobre las condiciones económicas...). Aún así, se perdería otra condición que me parece inherente a las bitácoras: la igualdad. Todos contamos con las mismas posibilidades: un teclado y nuestras ideas y palabras. Si se forman grandes grupos, no todos tendrían las mismas oportunidades. Poniendo un símil, es como si comparamos cualquier cadena de televisión nacional, con las cadenas locales. Si pensamos en medios, publicidad y equipamiento técnico, las diferencias saltan a la vista. Si en vez de escuchar Cadena Ser o la Cope, el día de mañana puede haber gente que se informe a través de las bitácoras de los periodistas de estas cadenas, eso representa una desigualdad en cuanto a la capacidad de difusión, sencillamente porque unas bitácoras estarían apoyadas por otros medios (prensa, radio, televisión...) y las de otros no contarían con estas ayudas. Referirse a la información como el cuarto poder, es ya un tópico, que no por serlo deja de ser verdadero. Las bitácoras son (entre otras cosas) formas de difundir información. Luego una de las posibilidades que podemos considerar es que las bitácoras se conviertan en un medio influido por el poder, ya sea económico, político o mediático (a menudo van los 3 unidos). Ya lo decía Foucault: el poder produce saber...
Comentarios
No he pensado suficientemente sobre el tema y quizás sea disparatado. En caso de que yo quisiera ejercer un control sobre las bitácoras creo que, sobre todo, ejercería el control sobre los "nodos" o lugares donde se puedan conocer nuevas bitácoras: listados de bitácoras, como bitácoras.com o bitacoras.net
Las bitácoras poco conocidas no pueden suponer u peligro para el poder. Intentaría controlar la difusión.
Con todo, creo que la sociedad crea y tiene sistemas, como el boca a boca y otros, que son de dificilísimo control.
Estoy de acuerdo contigo, Fabián. En ningún caso he pretendido plantear que la situación actual sea como aparece descrita en la anotación. Tan sólo quería sugerir una hipótesis de algo que podría ocurrir en el futuro, y que no me parece tan descabellado. Yo encuentro, eso sí, una dificultad: puesto que internet es hoy un fenómeno global, una bitácora censurada o eliminada siempre podría "mudarse" a servidores de otros países, o darse de alta en directorios no controlados. La internacionalización de internet es un obstáculo para su control.
Hmmm... En general, la política va muy ligada a la economía con más o menos dedicación a lo social. Así que antes de censurar ideas hay que ver el coste que tendría censurarlas: si los usuarios se van a otro sitio porque allí pueden escribir lo que desean, deja de ser viable económicamente... y sin negocio que defender ¿qué interés político puede haber? ;)
En el caso de TypePad (servicio de pago) queda estipulado en el contrato de usuario qué tipo de contenidos están proscritos y en qué condiciones se ofrecen: en general, los que dictan las leyes.
Con la publicidad, en Barrapunto ocurre el caso contrario: no queremos cierto tipo de publicidad -como camelos piramidales- que nos llega a través de Google Ads, pero se hace difícil filtrarla.
Veamos: el ancho de banda, los alojamientos y el software cada vez son más baratos, al menos relativamente, si no gratuitos. Si unos cierran, o acotan, se abre la posibilidad para que otros aprovechen el hueco.
En resumen: censurar en Internet lo veo difícil, por no decir casi imposible (proxys caché "transparentes" mediante).
De todas formas es interesante el debate que propones.
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