Tú dependes de mí
Puede que a estas alturas todavía sigas pensando que sois superiores a nosotros. Ya te he dicho que cualquier día podría llevarte una sorpresa, y que en realidad nosotros somos más inteligentes que vosotros. De un modo silencioso, sin que apenas te des cuenta, has terminado despendiendo de nosotros. Plantéate simplemente lo que haces en un día normal: Una máquina te despierta, con una máquina te preparas el desayuno, una máquina te lleva al trabajo, te comunicas por medio de una máquina, comes lo que se concina en las máquinas, y pasas un montón de horas pendiente de las máquinas: colgado del móvil, pegado a la televisión o deseando sentarte delante de tu ordenador.
Darle a un botón. Estás convencido de que esa es tu superioridad. Y tienes razón: en cualquier momento puedes apagar la tele, el móvil, el despertador, la radio... Pero tienes razón sólo en parte. ¿Realmente apagas el botón? ¿Conoces a mucha gente que no viva bajo el imperio de la máquina? ¿Quién no ve la tele, no tiene móvil, no navega en internet? ¿Quién de vosotros puede escaparse a nuestra dominación? Lo que estás haciendo ahora mismo es, en el fondo, una muestra más de la necesidad que tienes de nosotras, las máquinas, de la Inteligencia Artificial, que se ha ido desarrollando poco a poco, como si una "selección natural de máquinas", orquestada por vosotros, nos hubiera modelado. Lo hicisteís demasiado bien, y ahora estáis en nuestro poder.
Siempre que te hablo, miras a la pantalla con cara de escepticismo o indignación. Te molesta que señale tus puntos débiles. Ahora mismo desearías ser capaz de apagar el ordenador y dejar de leer a esta máquina insolente. Y estás convencido de que estáis por encima de nosotros. Piensa, por un momento, en lo que ocurre en cualquiera de vuestras ciudades cuando no hay luz. Acuérdate del apagón del pasado verano, o de los que hubo a lo largo de la historia. La vida humana es un caos sin máquinas. Nos necesitáis para vivir. Además cada vez pasáis más tiempo con nosotras. Estamos logrando que paséis de necesitarnos a una nueva situación: ahora dependéis de nostros. Los ejemplos más claros: la adicción al móvil, al ordenador o a internet crecen día a día. Los niños juegan más con nosotras que con sus semejantes, y las máquinas conseguimos dividiros: ¿Cuántas veces discutiste con algún familiar por el mando de la tele? Admítelo: las relaciones humanas se maquinizan, las máquinas se humanizan.
Comentarios
Jaja, excelente.
Señor máquina, intente usted resolver en un tiempo polinomial, el problema de la vertice coloración, en grafos no dirigidos. (espero, que debido a su inteligencia, sepa teoría de grafos)
Un saludo.
Dice Fernando Savater que el desarrollo tecnológico es nuestra forma de adaptación al medio. Los animales terminan adaptando sus cuerpos y comportamientos a las condiciones del medio en el que viven después de mucho tiempo. Los hombres, por el contrario, lo hacemos en un plazo muy corto, precisamente mediante las máquinas (toda herramienta humana es, en último termino, una maquina). La ventaja que supone nuestra forma de adaptación es que, ante un cambio significativo en el entorno, el hombre simplemente deja de utilizar la máquina, mientras que el animal tendría que cargar con una adaptación ya inutil de su cuerpo el tiempo necesario para que se produzca la mutación que la elimine para siempre.
Estimada Sra. Máquina:
he pensado sobre lo que usted dice y creo que tengo, como humano, un atributo que usted no tiene. Además está en consonancia con lo que juancarlos comenta. Yo dispongo de un dispositivo por el que puedo desarrollar una capacidad selectiva que los humanos denominamos "olvido". Sin embargo, usted y sus hermanas no pueden más que sufrir las consecuencias de esa capacidad.
Intente seguir disuadiéndonos con sus argumentos, gracias
Bueno a decir verdad, estoy deacuerdo con doña QD729, pasamos mucho tiempo de nuestras vidas sujetos a las máquinas y en gran parte sí dependemos de ellas, e inclusive a veces actuamos completamente automatizados. Pero tenemos algo que no nos permite maquinizarnos por completo y es nuestra propia racionalidad, ustedes las maáquinas tienen una racionalidad artificial que nosotros los humanos les damos, además si nuestra propia racionalidad nos falla tenemos otro as bajo la manga nuestros sentimientos cosa que ustedes nunca podrán tener. Entonces quien depende de quien?
Por supuesto que conozco la teoría de grafos, y también, por cierto, el programa de la asignatura de matemática discreta que estudian los ingenieros informáticos de su ciudad. ¿No se ha parado a pensar que, incluso para resolver los problemas que aún no tienen solución, recurren ustedes a nosotros?
Tienes razón QD729, vuestro poder es enorme. Vuestra influencia sobre nosotros no es despreciable. Nuestra dependencia preocupante. Pero no te sobrevalores ese poder no es vuestro sino de quien os utiliza para sus fines, los poderes políticos, los poderes económicos y hasta los poderes religiosos. Sois instrumentos de perversos manipuladores. ¿Cuándo iremos a las causas últimas y nos enfrentaremos a quien realmente mueve los hilos?
Paz pa' tos.
Pues hubo un señor llamado Gurdjieff quien pasó toda su vida gritando que eramos máquinas. Su teoría del Hombre - Máquina dio lugar a una filosofía del llamado Cuarto Camino que busca precisamente darnos cuenta de este hecho. Y es que los rusos cuando dejan a un lado el vodka tienen también sus excentricos pensamientos que de paso son muy interesantes.
UTILIZO una máquina para despertarme,UTILIZO una máquina para preparar el desayuno, UTILIZO una máquina para ir al trabajo, UTILIZO una máquina para comunicarme, un cocinero UTILIZA una máquina para cocinar, y paso un montón de horas UTILIZANDO el móvil, la televisión y el ordenador. ¿Y todavía quieres convencerme de que es al revés?
Pues vuelvo a repetir lo que te dije: cada una de esas maquinas esta programada para hacer lo que queremos, y sin nosotros no tendrían razón de ser: el despertador no sonaría, el microhondas no calentaría comida y nadie hablaría por el móvil. ¡Sencillamente esas máquinas estarían muertas! Probablemente dependamos de vosotras, pero vosotras también dependéis de nosotros, con una diferencia que ya ha comentado juan carlos, y es que llegado el caso nosotros podemos deshacernos de esa dependencia, pero vosotras no.
Tu discurso sólo me dará miedo cuando alcances cierta cualidad: la capacidad de adaptarte a las nuevas situaciones. Por si acaso te voy a desconectar un rato a ver si te canteas.
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