Barranco de La Marañosa. 

           

Al norte de Titulcia, en las proximidades de Vega del Pingarrón, en el límite suroccidental del Páramo de Campo Real se encuentran las manchas de coscojar-encinar más extensas y mejor conservadas del sureste de la Comunidad, principalmente destacables en el Barranco de La Marañosa que se abre a la margen izquierda del Jarama. Se extienden sobre las laderas de los barrancos y la superficie superior de los cerros que caracterizan el relieve de esta zona, combinadas con jarales, tomillares y algunas áreas antiguamente cultivadas de secano o empleadas como pastizales.

Se halla protegido bajo la figura de Montes Preservados  y parcialmente incluido en el Parque Regional del Sureste  y en la ZEPA arroyo Cortados y cantiles de los ríos Jarama y Manzanares .

Destacan también los pinares de repoblación de pino carrasco (Pinus halepensis), situados frente a la unión del Manzanares con el Jarama.

Estos espacios, sobre todo los taludes, han sido tradicionalmente utilizados como lugares de pastoreo del ganado lanar y cabrío, como cotos de caza menor y como foco de actuaciones mineras por su riqueza en minerales salinos, siendo observables en algunas zonas del Barranco, antiguas minas de sal excavadas en los cantiles aunque esta última ocupación ya no se realiza en la zona. Un poco más al norte, en la finca Los Gozquez y El Piul, junto a los cortados del Manzanares, por ejemplo, se encontraba uno de los lugares donde pasaba el invierno el ganado del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial.

En esta zona existían, desde el siglo XVI, fábricas de pólvora negra, que utilizaban el nitro (nitrato potásico) obtenido mediante el lavado de las margas salitrosas de las antiguas depresiones endorreicas miocénicas  de las dos submesetas.

En estas zonas se ha citado la presencia de una fauna vertebrada abundante, constituida por mamíferos como la liebre (Lepus capensis), el conejo (Oryctolagus cuniculus), erizo (Erinaceus europaeus), zorro (Vulpes vulpes) o el jabalí (Sus scrofa), lo que ha hecho que, probablemente por sus valores cinegéticos, se halla visto protegido frente a las extracciones de áridos que caracterizan otros barrancos y puntos de la zona. Además, destaca la existencia de avifauna típica de los cantiles que nidifica en las proximidades de estos barrancos como el búho real (Bubo bubo), la chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax), el alcaudón real (Lanius excubitor) o el chotacabras pardo (Caprimulgus ruficollis)

Precisamente el furtivismo representa precisamente uno de los graves problemas que afectan al entorno, sobre todo por las expoliaciones de los nidos de rapaces y el uso de métodos no selectivos de caza (lazos, cepos,...)

 



FICHA