P.I.G.  

 




 

¿Qué entendemos por Coscojares y monte bajo?

En tiempos gran parte del territorio del sureste de la Comunidad de Madrid, al igual que una gran parte de la superficie peninsular, se encontraba cubierto de bosques de encinas y otras especies del género Quercus y de extensos pinares.

Inmersos en un histórico y prolongado proceso de regresión estos bosques han quedado reducidos a pequeñas manchas de una variante degradada del ecosistema constituida por una especie arbustiva del género, la  coscojaQuercus cocciferay pequeños bosquetes relictos de aquellos pinares. El mejor y más extenso de los que se conservan actualmente es el de la Encomienda Mayor de Castilla , situado cerca de Belmonte de Tajo.

            En lugar, pues, del encinar crece un matorral esclerófilo perennifolio  y xerófito , adaptado a vivir sobre suelos calizos por lo que se sitúa preferentemente sobre las zonas altas de los cerros y las parameras, en competencia con los matorrales gipsófilos típicos de los cantiles yesíferos. Generalmente se produce, cuando el espacio permanece suficientemente inalterado, una transición vegetal desde la base, dónde se sitúa la vegetación gipsícola, hacia las laderas, dominadas por la coscoja, quedando reservado las superficies culminantes para la encina o carrasca.

Su interés ecológico sin embargo, no es pequeño, pues alberga gran variedad de especies vegetales y animales, conservando además las cualidades del suelo, permitiendo una potencial recuperación del encinar.

Sin embargo, actualmente, con los suelos totalmente degradados; la extrema dureza del clima mediterráneo continental, de inviernos fríos y precipitaciones fluctuantes con una larga y acusada sequía estival; y la importante intervención humana, la regeneración del encinar original es prácticamente imposible, lo que acentúa la importancia de conservar los restos de estas formaciones arbóreas y arbustivas mediterráneas como últimos refugios de una fauna y flora que, en tiempos, llegó a caracterizar todos estos espacios.

 

La vegetación en el coscojar

Entre las formaciones vegetales que acompañan a la coscoja se encuentran retamares (Genista scorpius, Retama sphaerocarpa, Rhamnus lycioides, ...), y tomillares (Thymus vulgaris, Thymus mastichina, Th. zygis), como especies colonizadoras de zonas de cultivo de secano abandonadas y escalón intermedio en el ciclo degradación/recuperación del coscojar.

 

           

 

La fauna del coscojar

 

En los coscojares y encinares aparecen rapaces forestales como el ratonero (Buteo buteo), el cárabo (Strix aluco) o el milano negro (Milvus migrans) y otras aves como la urraca (Pica pica), la curruca mirlona (Sylvia hortensis) o la abubilla (Upupa epops) y mamíferos como la ardilla (Sciurus sp.), el lirón (Elyomis quercinus) o el jabalí (Sus scrofa) que encuentran aquí el alimento que necesitan.

 

           





Coscojares en el Sureste de la Comunidad de Madrid

 

En la zona existen manchas significativas de coscojar-monte bajo en:

  • Al norte de Titulcia, en las proximidades de Vega del Pingarrón, en el límite suroccidental del Páramo de Campo Real se encuentran las manchas de coscojar-encinar más extensas y mejor conservadas del sureste de la Comunidad, principalmente destacables en el Barranco de La Marañosa , . Incluido en el Parque Regional del Sureste , destacan los pinares de repoblación de pino carrasco (Pinus halepensis), situados en un relieve residual no erosionado frente a la unión del Manzanares con el Jarama.

  • Los coscojares de Nuevo Baztán, también en la superficie del Páramo de Campo Real, en su sector noreste.

·         Las manchas de chaparral situadas de modo disperso y alternando con matorral calcícola-gipsícola en los alrededores de Belmonte de Tajo y Brea de Tajo, en las vertientes del Páramo del Sureste y que se encuentran igualmente protegidas como Montes Preservados .

Los coscojares y pinares de repoblación de pino carrasco (Pinus halepensis) del valle del arroyo de la Veguilla , , entre Belmonte de Tajo y Perales de Tajuña, protegido como Monte Preservado.

  • Los coscojares, carrascales y quejigares (Quercus faginea) de las márgenes del Tajuña al norte de Carabaña, que desaparecen prácticamente en tramos más bajos del valle, donde el valle se hace más seco y cálido. En algunas áreas aparecen también repoblaciones de pino carrasco. Estas zonas aparecen protegidas como Montes Preservados.

  • El Monte de la Encomienda mayor de Castilla  , de titularidad mayoritariamente privada, situado entre las localidades de Belmonte de Tajo y Villamanrique de Tajo.

  • Los enclaves de encinas y coscoja de la finca La Flamenca , , en el término de Aranjuez, protegidos bajo la figura de Montes Preservados, forman parte de los restos de los encinares que cubrían los relieves que, bajo la forma de laderas de escasa pendiente, conectan la Mesa de Ocaña con las terrazas altas del Tajo. Hoy sólo quedan estas áreas y las correspondientes al monte de El Regajal , , otro espacio protegido y catalogado junto al Mar de Ontígola, como Reserva Natural  En estos terrenos se instalan algunos arroyos de flujo intermitente que, dada la escasa precipitación y la elevada insolación media, originan frecuentes saladares y cuencas semi endorreicas mal conectadas con el Tajo. Tal es el caso de El salobral , o del Arroyo de Martín Román que drena el Carrizal de Villamejor , .,

Los sotos del Sureste

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