Filosofía I. 1º de Bachillerato
Introducción
La Filosofía se ha centrado, a lo largo de la Historia, en problemas referidos a la totalidad de la experiencia humana y siempre como una reflexión racional radical y crítica. En este curso se deben exponer esos problemas para que, posteriormente, se logren entender los distintos intentos de solución que se desarrollan a lo largo de la historia, que compondrán la Historia de la Filosofía y que harán ver que la Filosofía se constituye como un saber especial diferente al conocimiento científico.
Como reflexión racional y crítica debería desempeñar en Bachillerato funciones como las siguientes:
- Propiciar una actitud reflexiva y crítica que habitúe a no aceptar ninguna idea, hecho o valor si no es a partir de un análisis riguroso.
- Potenciar la capacidad de pensar de modo coherente, usando la razón como instrumento de persuasión y diálogo y también de estructuración de los distintos saberes sectoriales.
- Aprender a pensar de modo autónomo, y adoptar ante los problemas una actitud personal.
- Integrar, en una visión de conjunto, la diversidad de conocimientos, creencias y valores.
- Valorar la posible capacidad normativa de la Filosofía como instrumento de transformación y cambio.
Son funciones que exigen proporcionar a los alumnos de una suficiente estructura conceptual de carácter filosófico. Así, parece necesario tratar de dotarles de:
Criterios que les habitúen a exigir a los hechos y a las teorías un grado suficiente de evidencia o necesidad.
Conocimiento de las principales reglas de la lógica, al menos de modo práctico.
Hábitos que les lleven a fundamentar lo que digan o escriban.
Una visión global del papel que desempeñan los diferentes saberes y creencias y su estructuración, así como la propia organización sistemática del quehacer filosófico.
Desde esta concepción no se debe plantear un tratamiento parcial de problemas filosóficos y científicos, sino una consideración integral de todos los problemas estructurales de la Filosofía: los que se refieren al conocimiento, a la realidad, al ser humano y al sentido de su acción. En un curso introductorio se deben abordar todos los problemas filosóficos, porque sólo de este modo cobra sentido lo que ha significado y significa la Filosofía como saber, como sabiduría acerca de la totalidad de la experiencia humana.
Al diseñar este curso, no se ha partido de una concepción determinada de la Filosofía, sino sólo de un elenco de problemas básicos. El profesorado puede adoptar la perspectiva que le parezca más oportuna, aunque debe mantenerla a lo largo del curso. Es evidente que la tarea de introducir a la Filosofía se puede realizar desde distintas consideraciones sistemáticas; pero lo esencial para que cumpla su función integradora, en el período de formación de la persona, es que se muestre una visión coherente de la Filosofía, sin limitarse a reflexiones aisladas sobre cuestiones inconexas o puntuales, privilegiando en exceso partes de la materia en detrimento de otras igualmente relevantes.
Es por ello, un currículo abierto, que permite al profesorado un amplio margen de acción, con el único condicionante de que se traten las cuestiones fundamentales que han sido abordadas en la historia del pensamiento.
Desde el punto de vista metodológico, y dentro del mayor respeto siempre a la libertad de cátedra, se proponen algunas orientaciones para impartir la materia.
- Explicar los conceptos filosóficos con rigor, ya que los alumnos pueden asimilarlos. También es importante proporcionar aquellos datos que posibiliten, inductivamente, su construcción, de modo que se alcance un aprendizaje significativo.
- Emplear los esquemas-resumen permite una visión global de la materia o de partes de ella y sirven como organizadores para su estudio analítico.
- Utilizar el comentario de textos muy significativos, relacionados con el contenido de las distintas unidades. Es preferible, en este nivel, la selección de los denominados textos de tema frente a los textos de autor, que conviene dejar para la asignatura de Filosofía II.
- Usar mapas conceptuales, de modo especial en la exégesis de textos, permite que se capten interrelaciones e incluso contradicciones entre conceptos, que a veces pasan desapercibidos en la lectura.
- Realizar lecturas complementarias, ya sea de libros breves y asequibles, o de capítulos escogidos.
- Establecer grupos de debate, centrados sobre cuestiones importantes de la materia, si son debidamente preparados y moderados.