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Descubrimiento:
En 1790, por A. Crawford
Número Atómico: 38
Estructura electrónica: [Kr] 5s2
Números de oxidación: +2
Usos: Fuegos artificiales (los rojos (carmesí) más
bonitos), por supuesto, hechos con un isótopo no radiactivo. Aceros
especiales. Imanes de ferrita. Con 90-Sr baterías nucleares ligeras
(para naves espaciales, boyas). Vidrio para tubos de televisión
en color. Refinado del zinc.
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En
1790, Adair Crawford reconoció un nuevo mineral (estroncianita)
distinto a los minerales de bario. En 1808 mediante electrólisis
Davy aisló el elemento.
Siempre se encuentra combinado. En la corteza representa el 0,037% en
peso. Las fuentes principales de estroncio son los minerales celestina
(SrSO4) y estroncianita (SrCO3).
El estroncio es un metal ligero, blanco plateado, fácilmente deformable,
más blando que el calcio y descompone el agua más violentamente.
En estado pulvurento se inflama espontáneamente. Hay que conservarlo
en tolueno o xileno para evitarlo.
El titanato de estroncio (SrTiO3) tiene un elevado índice
de refracción (2,4) y una dispersión óptica mayor
que la del diamante, aunque es menos duro. Se emplea para fabricar gemas
artificiales. Las sales volátiles (nitrato) dan un color carmesí
a las llamas, por lo que se usan en fuegos artificiales. El 90-Sr tiene
una vida media muy larga y es uno de los peores componentes de los productos
nucleares: se incorpora a la cadena alimentaria y, de ésta, a los
huesos por su similitud con el Ca, y produce cáncer.
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