La Laguna de San Galindo

            Esta laguna forma parte de un interesante conjunto de humedales formados por el afloramiento discontinuo del acuífero en la vega del río Tajuña, junto con la Laguna de San Juan y la de Casasola, a unos pocos kilómetros de ésta.

            Situada en la margen derecha del río Tajuña, en las inmediaciones de la ermita de San Galindo , que da nombre al enclave. Se trata de una laguna pequeña, con una extensión total del espacio de 7,5 hectáreas, de las que la lámina de agua ocupa menos de una hectárea, no superando nunca el metro de profundidad.

            En algunas referencias se conoce este espacio como la Laguna de la Espadaña, pues la antigua y verdadera Laguna de San Galindo, hoy desaparecida, se encontraba unos cientos de metros aguas abajo de ésta y en la orilla opuesta, siendo sustituida la denominación original de esta laguna por la de San Galindo, que caracteriza toda la zona.

            Se accede mediante un camino de tierra que surge a la izquierda de la carretera de Titulcia a Chinchón, un poco antes del desvío que nos llevaría, a la derecha, a la Laguna de San Juan; y a unos 2,5 km después de pasar la Laguna de Casasola.

            El espacio tiene forma alargada, con orientación N-S, de unos 300 metros de longitud, y de los tres espacios humedales mencionados, es el que se encuentra más cercano al río Tajuña, separándole de él algo más de 100 metros (frente a los más de 500 de los otros dos). El carrizal es abundante y cobija numerosas anátidas, zampullines, rálidas y algunas limícolas. El cercano río conserva, además, un tramo de soto algo conservado que aumenta el valor ecológico de esta laguna, sirviendo ambos como dormidero de algunos paseriformes, durante el invierno.

 

 

 



FICHA