Espacio Mar de Ontígola-El Regajal


Un espacio singular

Es una Reserva Natural situada al sur de Aranjuez, con una extensión total de 636 hectáreas, situada en torno a la laguna de carácter artificial hoy ya naturalizada, que toma su denominación del cercano pueblo de Ontígola y situada en el valle definido por el arroyo del mismo nombre.

El conjunto se completa con el monte de El Regajal , adyacente a la laguna, de titularidad privada. Dado que ambos ecosistemas constituyen una unidad ecológica, se ha optado en este CD-ROM por hacer una descripción conjunta de ambos ecosistemas frente a una individualización de los dos que resultaría, a todas luces, artificial.

Analicemos en primer lugar la singularidad del Mar de Ontígola.

            Situada al sur del casco urbano de Aranjuez, se puede acceder a ella mediante la carretera que une Aranjuez con Ontígola, si bien recomendamos un acercamiento a pie por la senda que viene desde el cercano Polígono Industrial Gonzalo Chacón.

Este espacio húmedo asentado sobre margas yesíferas con lentejones arcillosos   defiende su presencia entre la carretera Aranjuez-Ontígola, al este, y la red ferroviaria de Valencia y las conexiones con la Autovía de Andalucía, al oeste, que la separan de El Regajal .

            El pretencioso nombre de “Mar” se debe a sus relativamente grandes dimensiones, dada la extensión media de los humedales de la zona, habiendo llegado a ser en el pasado la presa de mayor volumen embalsada (0,4 hm3). En efecto, su capacidad, muy disminuida por la gran sedimentación acumulada durante casi 400 años ronda los 200.000 m3, ocupando una extensión de unos 38 km2, aunque la superficie desprovista de vegetación y con agua permanente en superficie no supera habitualmente los 7 km2. Ello convierte al Mar de Ontígola en el segundo Humedal Catalogado  de la Comunidad de Madrid (436 hectáreas protegidas), detrás de la Lagunas del entorno de Peñalara (768 hectáreas).

            Desde el punto de vista ecológico, constituye un corredor natural entre Aranjuez y Ocaña de gran valor botánico,-especialmente por la vegetación palustre que en ella aparece y el coscojar adyacente-, y faunístico,-por albergar una gran diversidad entomológica , sobre todo de lepidópteros amenazados de extinción, y proporcionar refugio a un gran número de aves, especialmente anátidas. Además la presencia de un humedal tan importante, en un entorno estepario de carácter árido y en un momento de evidente regresión de los espacios húmedos del interior peninsular, completa la importancia de este Espacio Natural.

            Su interés natural no puede desligarse del de los montes que la circundan, especialmente por el oeste - El Regajal -, de carácter mediterráneo-subdesértico, compuestos de una vegetación de coscoja aclarada y combinada con abundante matorral ( tomillo , romero , espartales ,…) de gran valor entomológico, albergando algunas mariposas endémicas y una gran diversidad de especies. Por ello, desde 1994 el conjunto "El Regajal-Mar de Ontígola" ha sido declarado Reserva Natural   protegida según el Real Decreto 68/94 de 30 de junio.

            Este espacio protegido queda definido entre el arroyo de las Salinas, al oeste, y los cerros que superan la laguna por el este, hasta el límite provincial por el sur, quedando la laguna como elemento definitorio de la linde norte del Parque.

            Incluye dos de los ecosistemas-tipo definidos en esta guía estrechamente interrelacionados:

·         Lagunas y humedales

La importancia histórica

La importancia histórica es enorme desde el punto de vista del Patrimonio Arquitectónico Hidráulico, ya que se trata de una presa encargada por Felipe II y en la que intervinieron arquitectos del prestigio de Juan de Herrera o Juan Bautista de Toledo .

Esta zona ha tenido desde siempre un carácter recreativo para los vecinos de Aranjuez. Así, además de las fiestas que los reyes realizaban en este paraje, en el siglo XIX, los habitantes de Aranjuez celebraban el carnaval en El Regajal.

            Durante la guerra civil, los cerros adyacentes en los cuales la erosión había labrado gran cantidad de oquedades fueron usados como elementos de protección antiaérea y, posteriormente, como vivienda por gentes de recursos precarios.

Recursos hídricos de El Espacio El Regajal_Mar de Ontígola

 

Los aportes de agua que definen el Mar de Ontígola y, en general, las características del Espacio Protegido, presentan dos orígenes diferentes:

            – aportes hídricos procedentes de arroyos

             – aportes hídricos de carácter subterráneo.

 a) Aportes hídricos superficiales.

            El Espacio Protegido de El Regajal-Mar de Ontígola se encuentra en las cuencas definidas por dos arroyos principales, ambos de régimen pluvial y de marcado carácter torrencial debido al elevado desnivel, la aridez del clima, el carácter blando de los materiales sobre los que discurren y la deforestación asociada a la acción humana:

·         El arroyo de Ontígola, con una longitud total de 16 km, se sitúa en el sector oriental del Parque y desemboca en el Tajo, tras cruzar el polígono industrial cercano a la estación de RENFE.

Tiene su cabecera en los relieves tabulares de la Mesa de Ocaña, junto a la estación de Ocaña, a una cota de 735 m, donde se produce la captación de agua, fundamentalmente de circulación subterránea, y sin una red hídrica superficial organizada. Entre estos elevados relieves miocénicos de la meseta manchega, y las alturas correspondientes a la terraza superior del Tajo (600 metros), de edad cuaternaria, este arroyo y otros adyacentes definen cuestas en las cuales el cauce labra hendiduras profundas debido a la debilidad del material, que aisla en ocasiones algunos relieves, formando cerros testigo. Estos escarpes de pendiente brusca, están frecuentemente ocupados por pinar de repoblación encinar degradado y cultivos de leñosas (almendro, olivo,...) al que se asocia un régimen torrencial y una escorrentía superficial muy elevada, que ejerce unas labores erosivas importantes, arrastrando gran cantidad de sedimentos. En esta zona, la erosión remontante del arroyo hace aflorar, primero, el contacto calizas-margas , con sus manantiales que descargan parte del agua contenida en el acuífero, y luego las capas subyacentes de yesos, objeto de explotación y que proporciona un nombre específico al arroyo en este tramo: arroyo de Yesares.

Más abajo, entre el escarpe y las terrazas del Tajo se establece una superficie de pendiente suave –rampa o glacis-–, ocupada por cultivos de herbáceas, cambiando aquí el nombre el arroyo de Yesares por el de arroyo de la Vega, que desaparece entre los terrenos agrícolas que atraviesa.

Por último, el auténtico arroyo de Ontígola surge desde el apeadero del ferrocarril en Ontígola, definiendo un valle amplio y de fondo plano, en artesa, debido a la gran sedimentación que colmata el eje del cauce, y delimitado por los cortados yesíferos adyacentes y los restos de la terraza alta del Tajo. Este valle está ocupado por una huerta fértil, regada por los múltiples afloramientos de agua que se producen en el terreno.

Atraviesa el espacio protegido, y lo abandona, después de salvar un desnivel de 245 metros, con una pendiente media del 1,4%, por una zona estrecha situada en el terraplén de la antigua autovía y drenado por tres tubos de 75 cm de diámetro.

El régimen torrencial de circulación provoca frecuentes fenómenos de arrollada y la formación de conos de deyección o abanicos aluviales al pie de los torrentes, que al unirse forman depósitos de pie de ladera (mantos de arrollada). Así, en el año 1990 se produjeron graves destrozos en la Presa de Ontígola, como consecuencia de la tromba de agua caída, abriéndose un boquete en el muro. El arroyo de Ontígola aporta una media de 1,8 Hm3 de agua al embalse.

 

·         El arroyo de las Salinas, en el límite occidental del espacio protegido, no recoge las aguas de la mesa de Ocaña, sino que proviene de la rampa que une la Mesa con la terraza alta del Tajo. Se relaciona, en su tramo superior, con el humedal del El Salobral ,  perteneciente a Toledo y drenado hace más de una década, que fue, en tiempos, un típico saladar manchego sometido a explotación, y que tenía gran importancia ornitológica como lugar de cría. Hoy sólo permanecen algunos limícolas (cigüeñuela, chorlitejo chico,...). Posteriormente, realiza casi un giro de 90º hacia la izquierda y penetra en el Parque, desembocando en el Tajo, a la altura de la confluencia con el Jarama. En total son 7 kilómetros de recorrido, de los cuales, apenas 2 km discurren por el interior del Parque.

             Estos dos arroyos contribuyen poco, por el volumen y regularidad de sus aportes, a la definición de la vega del Tajo, aunque su régimen torrencial los convierte en agentes geológicos de primer orden en cuanto al riesgo de inundaciones, en épocas de clima adecuado, y peligrosidad para el casco urbano.

 

 b) Aportes hídricos subterráneos.

            En la Reserva Natural de Ontígola-El Regajal, existen dos zonas que actúan como acuíferos:

             1) El conjunto litológico constituido por las calizas terciarias (Mioceno) de los páramos que coronan los relieves tabulares de la Mesa de Ocaña. La circulación del agua y la definición del acuífero se relaciona con la aparición de fenómenos kársticos de disolución de las calizas. Esta karstificación es superficial, no afectando más allá de los primeros 20-25 metros de profundidad, y no presenta una conexión interna definida, quedando estructurado el acuífero en forma de bolsas aisladas. La recarga del acuífero se produce por infiltración del agua de lluvia en las porosidades secundarias aparecidas por disolución en la caliza , realizándose la descarga por los manantiales que se forman en la unión a los niveles basales impermeables de margas yesíferas y yesos masivos, en que se apoyan las calizas. El conjunto calizas- evaporitas puede llegar a tener espesores importantes, cercanos a los 500 metros. Debido precisamente a esta infiltración, la circulación superficial del agua está poco estructurada y drenada, sin apenas constituir cauces claros.

            2) Los acuíferos cuaternarios definidos por los materiales depositados por los cauces fluviales y constituidos por  gravas, arenas, limos y arcillas , así como fragmentos de calizas, yesos y margas . La granulometría grosera que caracteriza principalmente estos acuíferos los dota de una gran porosidad y, por lo tanto, de permeabilidad. En el área descrita estarían representados por el fondo del valle del arroyo de Ontígola y las terrazas aisladas donde está la explotación de áridos.

             La calidad del agua del Mar de Ontígola depende de la escorrentía que produce un lavado de las laderas margo-yesosas aportándole sulfatos, y de la mineralización de los aportes subteráneos adquirida tras la infiltración de las aguas por los sustratos evaporíticos y salinos. En general, el agua es ligeramente salobre (presencia de cloruros), muy sulfatada y dura (presencia de carbonatos) con un pHalcalino . No son aguas aptas para ser bebidas, puesto que, por ejemplo, el nivel de sulfatos es de 2000-4000 mg/l, entre 8 y 16 veces el límite autorizado para este uso (250 mg/l), además de presentar un cierto grado de contaminación

     Tampoco pueden ser utilizadas:

·        Para usos recreativos como el baño, debido al elevado número de bacterias coliformes.

·        Para el desarrollo adecuado de la ictiofauna , dado el alto grado de eutrofización . Sólo son aptas para especies muy resistentes como los ciprínidos, el lucio o la perca .

·        Para el riego, dada su gran salinidad; el riego de cultivos con el agua de la laguna afectaría a la disponibilidad de agua por las plantas, que a pesar de tener agua suficiente morirían (sequía fisiológica). Además, la precipitación de sales puede afectar a la permeabilidad y la salinidad de los suelos y generar, debido al sodio, cloro o boro, efectos de toxicidad en las plantas. La salinidad elevada de las aguas exige suelos muy permeables y con buen drenaje, por lo que no debe usarse para riego salvo para plantas muy tolerantes a la sal, con abundante agua y buen drenaje del mismo.

             Los materiales aportados por la escorrentía corresponden casi en su totalidad a los cerros de la margen derecha, puesto que la margen izquierda, ocupada por el ferrocarril, permite evacuar la escorrentía. La erosión es muy intensa, dada la deleznabilidad de los materiales que componen los cerros, las elevadas pendientes de los mismos y la escasa vegetación que allí se desarrolla, alcanzando valores de 125 toneladas de sedimentos/km2.. Estos elevados aportes sedimentarios enturbian la laguna y reducen la capa fótica , zona hasta donde penetra la luz solar y donde puede realizarse la fotosíntesis, limitando el desarrollo de un ecosistema maduro.

Fauna

 

Desde el punto de vista faunístico, la Reserva Natural representa un espacio natural de gran importancia.

         Por un lado, El Regajal constituye una de las más importantes Reservas Mundiales de mariposas, muchas de ellas en peligro de extinción y protegidas, con varios endemismos locales y un desarrollo adaptativo de las especies que adquieren aquí el rango de subespecie, caracterizado por un tamaño menor que el de la media de la especie (subespecie minima), con en el caso de Zerynthia rumina. En efecto, en la zona están representadas aproximadamente la tercera parte de las especies de ropalóceros (mariposas diurnas) existentes en la Península Ibérica (unas 80 especies). Ello se debe al contacto existente en la zona entre diversos ecotonos -pastizales, cantiles, cultivos, matorral-, que proporciona una gran diversidad de formas vegetales capaces de albergar los diferentes hábitos nutricionales de cada especie, además de la notoria predilección climática de los lepidópteros por los pastizales y zonas húmedas. Entre estas mariposas las hay de muy diversos hábitos: invernantes, que pasan la época desfavorable en estado de crisálida ; migratorias, que recalan en el coscojar en sus desplazamientos; y otras de permanencia estable en la zona, debido a su especialización alimentaria ligada a la flora de cantiles y terrenos yesosos.

          El Mar de Ontígola es, en cambio, un magnífico dormidero de aves, sobre todo en época invernal, gracias al abundante desarrollo del carrizo (Phragmites communis)  que acoge más de 100 especies de aves lo cual lo convierte en una zona húmeda de primer orden, al ser cerca del 70 % de ellas, especies protegidas. Se han descrito concentraciones de aves acuáticas de más de 1000 individuos en algunas épocas.

 Por último, es un lugar que actúa de cazadero para ciertas rapaces como el aguilucho lagunero , y donde una fauna de micromamíferos , junto a otras especies de mayor porte, encuentran aquí los recursos alimentarios que necesitan

.

Vegetación

 Respecto a la flora, hay que destacar en ella un alto grado de especialización a las duras condiciones litológicas. Como se ha indicado, existen dos tipos fundamentales de comunidades vegetales :

 1) La que caracteriza los cerros yesíferos de los alrededores de la laguna. Son coscojares, es decir, masas arbustivas con estructura de monte  bajo en las que predomina la coscoja (Quercus coccifera). Esta especie representa la mayor parte de la biomasa vegetal de la zona, ocupando más de los 2/3 del Espacio Natural,y adopta el aspecto de manchas densas en la zona central del Parque, la comprendida entre las dos autovías, apareciendo más clareado y degradado hacia la periferia. Se extiende principalmente por las partes altas de los cerros y en las laderas más suaves y menos insoladas (las del Norte).

Representa la etapa de sustitución de la vegetación óptima o clímax que debiera caracterizar la zona, constituida fundamentalmente por bosques densos de encinas (Quercus ilex), que hoy ya han desaparecido del lugar y que se encuentran en franca regresión en todo Madrid, quedando como reliquias de los bosques originales en la zona sureste madrileña, algunos encinares en el término de Villarejo de Salvanés, en el espacio conocido como la < Encomienda Mayor de Castilla , en el monte de El Carrascal, en Arganda, en Fuentidueña de Tajo, y algunas otras zonas muy localizadas y poco extensas.

En el área descrita, el coscojar aparece fragmentado en tres manchas por las barreras anteriormente mencionadas, siendo la más occidental, la que ofrece un refugio mejor a los mamíferos y aves de mayor tamaño, al conectar directamente con la finca “La Flamenca” , de gran extensión y escaso impacto humano.

Acompañando a la coscoja aparecen retamares de Genista scorpius , Retama sphaerocarpa , Rhamnus lycioides ,..., y diversos tipos de tomillares.

 2) Un carácter más especializado lo representan las comunidades vegetales adaptadas a un tipo concreto de litología. Así:

En los terrenos calizos menos insolados se desarrollan esplegueras, salvia (Salvia lavandulifolia) y romero (Rosmarinus officinalis), mientras que en las laderas orientadas al sur, más térmicas, predominan los espartales (Lygeum spartum , Ephedra fragilis ) y los romerales.

En los terrenos margoyesíferos, que adoptan generalmente la forma de un glacis de pendiente suave en la zona, el poco desarrollo del suelo unido a la sequía fisiológica inducida por las elevadas concentraciones salinas y la escasa permeabilidad, definen unas condiciones de aridez que sólo permiten el desarrollo de algunas comunidades muy especializadas ( gipsícolas ), que rara vez evolucionan hacia la recuperación de la vegetación potencial (coscoja y encina ), de espartal o atochar de Stipa tenacissima , gamón (Asphodelus ramosus), retamas de aulaga (Genista scorpius), heliantemos o jarillas   (Helianthemum squamatum), jabuno (Gypsophila struthium), la ontina o artemisa , (Artemisia herba-alba),  la harmaga (Peganum harmala) de las cercanías de la presa, ...

         En los suelos húmedos salinos de los pies de algunos cerros, como los existentes en las cercanías del arroyo de las Salinas o de la presa, aparece un matorral de Lycium barbarum, y crecen especies muy interesantes por su carácter endémico, como Sedum gypsicola, Sisymbrium cavanillesianum , Frankenia thymifolia , Frankenia pulvurulenta o Limonium dichotomum . Algo menos frecuente es la aparición de orzagales o matorrales de orzaga u osagra , (Atriplex halimus, en aquellas zonas de mayor nitrofilia , como las situadas en el camino que comunica la laguna con el Polígono industrial, y un tipo de tarayal halófilo de Tamarix canariensis , diferente del tarayal de los bordes de los arroyos que es de T. gallica y T. africana.

 3) La vegetación hidrófila de los bordes de laguna. Destacan como especies representativas un pastizal poco desarrollado de malvavisco (Althaea officinalis) debido a la actuación humana, los tréboles (Trifolium pratense); un juncal de Scirpus sp. y Juncus acutus ; el carrizal de Phragmites australis , acompañada de la enea o espadaña, Typha latifolia .

Problemática ambiental

Como ya se ha indicado, las características peculiares del Espacio Natural El Regajal-Mar de Ontígola, hacen de éste un lugar de gran valor natural. La interrelación entre dos ecosistemas diferentes, el palustre de la laguna en proceso de colmatacion , y el mediterráneo, de los montes de El Regajal, generan un efecto borde de gran interés ecológico y caracterizado por el frecuente flujo de especies entre ambos que obtienen humedad y refugio de la laguna, y alimento del monte circundante.

            Esta interesante interdependencia se encuentra gravemente afectada y limitada por la existencia de barreras artificiales como las autovías y la red ferroviaria Madrid-Cuenca que fragmentan el Espacio Natural en 4 tramos que producen efectos barrera que interrumpen el flujo zoológico entre el monte y la laguna, de gran importancia para el adecuado desarrollo de la dinámica interna del conjunto.

La propia cercanía de las vías de comunicación supone una grave agresión dado el intenso tráfico que soportan. La construcción de estas autovías supuso un impacto tremendo por la gran envergadura de la obra y la sensibilidad del espacio. Hoy día, cuesta creer que un espacio seriamente protegido pueda estar atravesado por este tipo de vías.

Entre otras agresiones, reales o potenciales:

-Es frecuente el furtivismo, tanto en caza como en pesca. En la actualidad un mayor control parece haber reducido la dimensión de este fenómeno.

-La construcción de urbanizaciones en el entorno genera un amplio abanico de agresiones medioambientales, como el aumento del tráfico y las basuras del lugar, existiendo varios vertederos no controlados.

-El agua presenta un grado de contaminación importante, debido a los vertidos de Ontígola sobre todo.

-Las extracciones de áridos y yesos de la zona generan una presión adicional asociada a esta actividad industrial, con graves alteraciones paisajísticas e impactos negativos sobre el suelo, su resistencia a la erosión y la fauna y flora que alberga.

-La construcción del Polígono industrial “Gonzalo Chacón” en el límite sur del Parque supondrá sin duda un efecto perjudicial sobre la fauna del Regajal. De momento, la escasa implantación de industrias en él ha generado un período de transición y adaptación que puede romperse en cualquier momento si se completa la ocupación de este suelo industrial. El desarrollo industrial de la zona es tarea importante, pero debe hacerse con las suficientes garantías para que no sean puestas en peligro zonas cuya singularidad biológica alcanza proporciones  magníficas.

-La utilización de tratamientos químicos de las superficies agrícolas (insecticidas, fertilizantes, plaguicidas y herbicidas); la urbanización creciente, el abandono del pastoreo y de las praderas, así como la creciente desecación -natural o provocada– de zonas húmedas, complica aún más las posibilidades de supervivencia de las mariposas en la zona.

Recientemente parece haberse recuperado una cierta sensibilidad de las instituciones ante esta problemática, llevándose a cabo algunas iniciativas muy positivas para el futuro de este paraje. Entre ellas, la adecuación del espacio para su aprovechamiento por los aficionados a la naturaleza, con la instalación de paneles informativos actualizados y una torre-mirador para la observación de aves.

 Es tiempo de que se haga realidad el proyecto largamente acariciado de un Aula de Naturaleza que permite tener una visión global de los valores naturales de este territorio.

 

FICHA