La vega de Aranjuez,
enclavada en la parte septentrional de la submeseta sur, se sitúa
estructuralmente entre dos formaciones orográficas de importancia: la Sierra de
Gudarrama, en el Sistema Central, y los Montes de Toledo, estando abierta a las
influencias atlánticas y mediterráneas por los extremos este y oeste.
Esta situación condiciona la
existencia de un clima de tipo
mediterráneo con ciertas peculiaridades específicas:
– Marcado carácter continental, lo cual influye sobre todo en las
grandes oscilaciones térmicas anuales y en la existencia de una estacionalidad
bien definida. Estas oscilaciones alcanzan en ocasiones los 50ºC en el año. (40
ºC en verano, frente a los -10 ºC que se alcanzan en ocasiones en invierno). Es
en definitiva, un clima duro y contrastado.
–
Moderamente cálido: durante el
verano, las temperaturas medias oscilan entre 21 y 26°C, y en los inviernos, la
temperatura media oscila entre 5-7 °C, aunque en los meses de diciembre y
enero, habitualmente los más fríos, las temperaturas pueden situarse por debajo
de los 6 ºC. Con la distancia a la vega se incrementa la dureza de los fríos
que, pese a ser menores que la submeseta norte por el aislamiento que
proporciona frente a los vientos del norte el Sistema Central, pueden llegar a
proporcionar en algunas zonas del páramo hasta 75 días o más de heladas al año.
Gran aridez,
debido al largo período seco que se prolonga durante 4-5 meses. Las escasas
lluvias, que proporcionan menos de 500 mm/año, se localizan normalmente en
primavera y otoño, siendo los inviernos generalmente secos. La pluviosidad es
máxima en la vega y mínima en el páramo, siendo una de las más bajas de la
Comunidad de Madrid. Estas precipitaciones poseen, además, un carácter
irregular, todo lo cual impone un auténtico estrés
hídrico a la vegetación que desarrolla adaptaciones específicas frente a la
salinidad
y sequedad del medio.
En contraste, se generan microclimas más suaves en relación con las áreas húmedas: lagunas y riberas de los ríos. En estas zonas, debido a la inercia térmica del agua, las variaciones térmicas se suavizan y se reduce el carácter extremo de las temperaturas, aumentando la humedad local. La vegetación de estas zonas presenta adaptaciones para permitirles soportar el alto grado de humedad edáfica
.
Variables climáticas principales en el área de estudio: